Encuentran un agujero negro supermasivo que gira casi a la velocidad de la luz

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Imagínate una esfera de más de 3 milllones de kilómetros de diámetro (lo que equivale a 8 veces la distancia de la Tierra a la Luna) y una masa de varios millones de soles girando casi a la velocidad de la luz. Pues ese monstruoso objeto existe y es un agujero negro supermasivo que fue descubierto en el centro de la galaxia espiral cercana NGC 1365, ubicada a 56 millones de años luz de nuestro planeta.

Por primera vez, un equipo de astrónomos fue capaz de medir su asombrosa velocidad de rotación, usando los telescopios espaciales NuSTAR de la NASA y el XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA). La gravedad de un agujero negro es tan fuerte que, a medida que gira, va arrastrando el espacio que lo rodea. El «borde» del agujero se llama horizonte de eventos y cualquier material que cruce esa frontera cae inevitablemente en su interior. La materia aspirada se recoge en un disco de acreción, donde la fricción la calienta y hace que emita rayos-X.

El equipo de Giudo Risaliti, del Centro de Harvard-Smithsonian para la Astrofísica (CfA) y el Observatorio Astrofísico de Arcetri en Florencia (Italia), midió los rayos X desde el centro de la galaxia NGC 1365 para determinar dónde se encuentra el borde interior del disco de acreción, ya que este punto de no retorno depende del giro del agujero negro y como éste distorsiona el espacio, el material del disco puede estar más cerca del agujero negro antes de ser devorado. Los astrónomos querían conocer la velocidad del giro de un agujero negro porque es un dato que devela muchas de las características del objeto y, lo más importante, porque entrega pistas sobre su pasado y, por ende, sobre la evolución de su galaxia anfitriona. Risalti afirma que «el giro del agujero negro es un recuerdo, un registro de la historia de la galaxia como un todo».

Aunque el agujero negro de NGC 1365 actualmente tiene la masa de varios millones de soles, no nació así de grande, sino que creció durante miles de millones de años por la acreción de estrellas y gas, así como por la fusión con otros agujeros negros. Por otra parte, estudiar un agujero negro supermasivo también le permite a los astrónomos poner a prueba la teoría general de la relatividad de Einstein en condiciones extremas. La relativad describe cómo la gravedad afecta a la estructura del espacio-tiempo, y en ninguna parte de la malla del espacio-tiempo estaría más distorsionada como en las inmediaciones de un agujero negro.

Fuente: ABC.es

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