Una llamarada solar provoca una mancha del tamaño de cinco Tierras

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El Sol es una tormenta de fuego y de vez en cuando sus llamas tratan de conquistar el espacio. El pasado lunes 18 de abril fue uno de esos días. Una llamarada solar de nivel medio, con un peak de mayor intensidad a las 0:29 horas (horario GMT), brotó y dejó como cicatriz una mancha solar en la que cabrían cinco Tierras. Las imágenes han sido captadas por el Observatorio de Dinámicas Solares de la NASA, que vigila al Sol constantemente.

El fenómeno se produjo en una zona conocida como Región Activa 2529. La mancha ha ido cambiando de forma y de tamaño durante los últimos días pero fue lo suficientemente grande como para ser vista desde el suelo sin necesidad de utilizar instrumentos de aumento. Comenzó a desaparecer a partir del día 20 de abril, por el lado derecho del Astro Rey.

Estas manchas prueban que en la zona donde se producen existe una compleja actividad magnética que, de forma puntual, puede traducirse en erupciones solares que envían radiación y luz al espacio. Por eso, su estudio es esencial para entender cómo se producen estos fenómenos.

Breves cortes en las telecomunicaciones

Las llamaradas solares son explosiones de radiación de gran alcance. Por suerte, la atmósfera no deja pasar las nocivas, de modo que no afectan a los seres humanos. Sin embargo, cuando son especialmente intensas sí que pueden perturbar la región de la atmósfera donde se transmiten las señales de GPS y las comunicaciones.

La NASA ha clasificado la llamarada como clase M6.7, es decir, una décima parte de las llamaradas más intensas, las de clase X; el número que acompaña a la M aporta información más detallada sobre su virulencia. Durante el momento de mayor intensidad de la llamarada del 18 de abril «se observaron apagones de radio moderados», como informa el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, la agencia meteorológica de Estados Unidos.

Fuente: elmundo.es

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