El asombroso helicóptero en Marte se refuerza para volar más alto, más rápido y más lejos

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El helicóptero Ingenuity, la primera aeronave que ha volado a motor y de forma controlada en otro mundo, llegó a Marte en febrero de 2021 a bordo del rover Perseverance como una prueba tecnológica. Entonces, ni siquiera se tenía la certeza de que el aparato fuera capaz de despegar y mantenerse a pocos metros sobre el suelo marciano, por lo que su primer vuelo en abril, aunque apenas duró 39 segundos y alcanzó los tres metros de altura, se consideró un gran éxito. Los ingenieros de la NASA habían programado solo cuatro paseos más, cada vez un poco más largos y complejos. Claramente subestimaron las capacidades del artefacto porque, un año después, ya se ha elevado 21 veces. Y continúa en perfecto estado. (Mira aquí dónde está el Ingenuity ahora mismo).

La hazaña ha animado a la NASA a extender las operaciones de vuelo del dron ultraligero, de apenas 18 kilos de peso. En los próximos meses, el artilugio respaldará el próximo estudio científico del rover Perseverance, que explora el antiguo delta de un río en el cráter Jezero. Mientras, continuará comprobando su potencial para contribuir al diseño de futuros vehículos aéreos de Marte.

El plan de extender la misión se ha publicado inmediatamente después del exitoso vuelo 21, el primero de al menos tres necesarios para que el helicóptero cruce la parte noroeste de una región conocida como ‘Séítah’ y llegue a su próxima área de preparación.

«Hace menos de un año, ni siquiera sabíamos si era posible que una aeronave pudiese realizar un vuelo controlado y propulsado en Marte», reconoce Thomas Zurbuchen, de la Dirección de Misión Científica de la NASA. «Ahora, esperamos la participación de Ingenuity en la segunda campaña científica de Perseverance. Tal transformación de mentalidad en un período tan corto de tiempo es simplemente asombrosa y una de las más históricas en los anales de la exploración aérea y espacial», dice.

El Ingenuity obtuvo esta imagen de la parte noroeste de la región Séítah durante su vigésimo vuelo

El Ingenuity obtuvo esta imagen de la parte noroeste de la región Séítah durante su vigésimo vuelo – NASA/JPL-Caltech

La nueva área de operaciones es completamente diferente del terreno sencillo y relativamente plano sobre el que ha estado volando Ingenuity hasta ahora. El delta en forma de abanico de varios kilómetros de ancho y formado por un antiguo río, se eleva a más de 40 metros sobre el suelo del cráter. Está lleno de acantilados irregulares, superficies en ángulo, cantos rodados que sobresalen y recovecos llenos de arena que, según la NASA, «podrían detener a un rover en seco o volcar un helicóptero al aterrizar». Pero el delta podría esconder mucha información sobre el pasado del planeta rojo, incluso la prueba de vida microscópica de hace miles de millones de años.

Una de las primeras tareas del Ingenuity será hacer de ‘perro lazarillo’ del Perseverance, ya que le ayudará a determinar cuál de los dos canales secos del río debe tomar el rover cuando llegue el momento de subir a la cima del delta. Además, puede proporcionar imágenes que servirán al Perseverance para evaluar posibles objetivos científicos. O para explorar zonas de aterrizaje y sitios de almacenamiento de muestras para el programa Mars Sample Return, una campaña conjunta de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) para traer a la Tierra muestras del planeta rojo.

«La campaña científica del delta del río Jezero supone el mayor reto al que se enfrenta el equipo de Ingenuity desde el primer vuelo en Marte», asegura Teddy Tzanetos, líder del equipo de Ingenuity en el Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA, en el sur de California. «Para mejorar nuestras posibilidades de éxito, estamos realizando actualizaciones en nuestro software de vuelo orientadas a mejorar la flexibilidad operativa y la seguridad», explica.

La zona de aterrizaje del vuelo 19 del Ingenuity, en el centro de la imagen, justo debajo de las huellas del rover

La zona de aterrizaje del vuelo 19 del Ingenuity, en el centro de la imagen, justo debajo de las huellas del rover – NASA/JPL-Caltech

Evitar una colina

Un cambio de software reciente, que ya se encuentra en el helicóptero, libera a Ingenuity de su altitud máxima previamente programada de 15 metros. Las ganancias en altitud podrían repercutir en incrementos tanto en la velocidad durante el vuelo como en el alcance. Una segunda actualización permitirá que Ingenuity cambie la velocidad mientras vuela. Otra le permitirá comprender y adaptarse mejor a los cambios de la textura del terreno. Y futuras actualizaciones pueden incluir la adición de mapas de elevación del terreno en el filtro de navegación y una sensibilidad para evitar riesgos de aterrizaje.

Antes de que pueda comenzar el reconocimiento aéreo del delta, Ingenuity debe realizar su viaje al área. El próximo vuelo del dron será un viaje complejo, de unos 350 metros de largo, que incluye un giro importante en curso para evitar una gran colina. Después, el equipo determinará si se necesitarán dos o tres vuelos más, para completar el cruce del noroeste de Séítah.

«Este próximo vuelo será mi entrada número 22 en nuestro libro de registro», dice el piloto jefe de Ingenuity Håvard Grip, del JPL. «Recuerdo que cuando todo esto comenzó pensé que seríamos afortunados si tuviéramos tres entradas e inmensamente afortunados si fueran cinco. Ahora, al paso que vamos, voy a necesitar un segundo libro», añade.

Fuente: abc.es

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