¿Por qué avanza el tiempo? Una nueva hipótesis al respecto

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Richard Muller es un físico de la Universidad de California en Berkeley al que un día su esposa le preguntó: ¿Puede la física permitir a la gente viajar en el tiempo? No es que fuera la primera vez que el científico pensaba sobre ello -explica cada día el concepto del flujo del tiempo a sus alumnos-, pero la cuestión le animó a cambiar la forma en la que se aborda. ¿Por qué la flecha del tiempo fluye inexorablemente hacia el futuro, creando constantemente nuevos «ahoras»? Muller cree que el enfoque clásico para explicarlo está equivocado, y propone una nueva hipótesis.

«El tiempo ha sido un obstáculo para nuestra comprensión del Universo», dice el profesor emérito de Berkeley. «Durante mi carrera, he visto un montón de tonterías publicadas sobre el tiempo, y me di cuenta de que tenía mucho que decir después de haber enseñado el concepto a lo largo de muchas décadas (…) Tengo algunas ideas completamente nuevas que nunca han aparecido en la literatura (científica)».

Y la nueva idea de Muller es que el tiempo se está expandiendo porque el espacio se está expandiendo. «El nuevo principio de la física es que el espacio y el tiempo están vinculados; cuando se crea un nuevo espacio, se crea un nuevo tiempo», añade.

Desde la explosión del Big Bang que provocó la expansión del Universo hace 13.800 millones de años, el cosmos ha estado creciendo, algo que los físicos pueden medir como la expansión de Hubble. No piensan en ello como estrellas que vuelan lejos la una de la otra, sino como estrellas incrustadas en el espacio, y el espacio en continua expansión.

Muller se apoya en Albert Einstein, que construyó su teoría de la relatividad general -la teoría que explica todo, desde los agujeros negros a la evolución cósmica- en la idea de un espacio-tiempo de cuatro dimensiones. El espacio no es la única cosa en expansión; el espacio-tiempo se está expandiendo. Y estamos navegando en la cresta de la ola, lo que llamamos «ahora».

«Cada momento, el Universo se hace un poco más grande, y hay un poco más de tiempo, y es este filo de tiempo a lo que nos referimos como ahora», escribe. «El futuro todavía no existe… se está creando. Ahora está en el límite, el frente de choque, es el nuevo tiempo que está viniendo de la nada, el borde delantero del tiempo».

Viajar al futuro, imposible

Debido a que el futuro todavía no existe, no podemos viajar hacia él, sostiene el científico. Además, retroceder en el tiempo es igualmente improbable, ya que para revertir el tiempo tendría que disminuir, al menos localmente, la cantidad de espacio en el Universo. Eso sucede, por ejemplo, cuando explota una estrella o un agujero negro se evapora. Pero éstos reducen el tiempo tan infinitesimalmente que el efecto se oculta en la incertidumbre cuántica de la medida, un ejemplo de lo que los físicos llaman la censura cósmica. «El único ejemplo que se me ocurre es la evaporación de un agujero negro, y en ese caso resulta ser censurado. Así que no podría llegar a alguna forma de revertir el tiempo, y mi conclusión básica es que los viajes en el tiempo no son posibles«, subraya el investigador.

La fusión de agujeros negros crea un milisegundo

Muller y su colega Shaun Maguire, un físico teórico de Caltech, creen que esta teoría podría ser probada utilizando el experimento LIGO, el mismo que ha detectado dos veces las ondas gravitacionales creadas mediante la fusión de agujeros negros.

Si Muller y Maguire tienen razón, cuando dos agujeros negros se fusionan y crean un nuevo espacio, deben también crear un nuevo tiempo, lo que retrasaría la señal de las ondas gravitacionales que LIGO observa desde la Tierra.

«La fusión de dos agujeros negros crea millones de kilómetros cúbicos de nuevo espacio, lo que significa la creación de un nuevo tiempo», dice Muller. En la fusión detectada por LIGO el pasado febrero participaron dos agujeros negros que pesaban aproximadamente 29 y 36 veces la masa del Sol, produciendo un agujero negro final de un peso aproximado de 62 masas solares. El nuevo espacio creado en la fusión produciría alrededor de 1 milisegundo de tiempo nuevo, lo que está cerca del nivel de detección de LIGO. Un evento similar a un tercio de distancia permitiría a LIGO detectar el tiempo de nueva creación.

Muller admite que su nueva hipótesis sobre el tiempo puede tener efectos observables sólo en el reino cósmico. La creación del tiempo podrían ser perceptible durante la rápida inflación cósmica que se produjo justo después del Big Bang, cuando el espacio y el tiempo se expandieron mucho, mucho más rápido que en la actualidad. Confía en que LIGO pueda darle la razón (o no) en los próximos años.

Fuente: abc.es

 

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