Confirman que Marte tiene metano

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No se sabe cómo se originó, pero queda poco lugar para la duda: en Marte hay metano. Así lo confirma una investigación liderada desde el Instituto Nacional de Astrofísica en Roma (Italia), que ha analizado mediciones de la nave Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés).

“El metano es un gas que nos interesa muchísimo porque es uno de los marcadores biológicos más sencillos de detectar”, declara Julia Marín-Yaseli de la Parra, ingeniera de operaciones científicas de Mars Express, en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC por sus siglas en inglés) en Villanueva de la Cañada, a pocos kilómetros de Madrid. En la Tierra, lo generan los volcanes y algunos procesos geológicos, pero también los seres vivos –como las bacterias que habitan el intestino de vacas y otros rumiantes, a las que se atribuye buena parte de las emisiones de este gas–. Es por eso que los científicos andan desde hace décadas tras la pista del metano en Marte.

Y se ha detectado en numerosas ocasiones. El todoterreno Curiosity de la NASA, que explora el cráter de Gale, cerca del ecuador marciano, ha medido incluso variaciones de los niveles del gas acordes con las estaciones marcianas. Sin embargo, los niveles han sido siempre muy bajos, y otras misiones diseñadas para buscarlo, como la europea ExoMars Trace Gas Orbiter, no han hallado el mínimo rastro. Por eso, dentro de la comunidad científica se cuestiona que realmente haya metano en el planeta rojo.

Ahora, las mediciones de la sonda Mars Express confirman que, efectivamente, en la atmósfera marciana hay metano. Desde la órbita espacial, la nave detectó un aumento de los niveles de este gas el 16 de junio de 2013, precisamente en el cráter de Gale. Fue justo un día después de que el todoterreno Curiosity midiera también un peak de metano. La concentración detectada del gas es extremadamente pequeña, unas 100 veces menor que los máximos de metano que se miden en la Tierra, según informa Julia Marín-Yaseli de la Parra, que es coautora de la investigación, publicada hoy en Nature Geoscience. Pero es suficiente para corroborar su presencia.

Los investigadores han tardado años en calibrar las observaciones de Mars Express y construir los modelos matemáticos para analizarlas, de ahí que los resultados de una medición de 2013 se presenten ahora. La investigación, que presenta datos de dos años de observaciones de Mars Express, no ha detectado metano en ninguna otra ocasión. Sin embargo, la única detección constituye una confirmación independiente de la presencia de metano y abre la vía a desvelar sus orígenes.

Usando modelos computacionales de la geología del terreno circundante al cráter de Gale, los investigadores han rastreado el origen más probable del gas: unas fallas cercanas al cráter. Junto a ellas se encuentra una formación geológica que podría albergar hielo. Al deshacerse por los cambios de temperatura, el hielo podría haber liberado metano atrapado debajo o en su interior, que se habría filtrado a través de las fallas.

Cómo se generó este metano originalmente todavía se desconoce. “Entre los posibles orígenes, podríamos tener una fuente hidrotermal o algún tipo de actividad volcánica”, declara Julia Marín-Yaseli de la Parra. “Pero no descartamos un posible origen biológico. Cada vez que vamos investigando más sobre la orografía marciana, nos damos cuenta de que pudo haber vida en el pasado y que puede haberla ahora”.

El siguiente paso para los investigadores será aplicar la metodología que han desarrollado para intentar detectar metano en otras ubicaciones de Marte, también mediante otras misiones. “Todavía hay muchas preguntas sin responder: si pudo haber vida en el pasado, cuánta agua hubo, cuál es el origen del metano… Pero con la flota de robots y satélites que se enviarán a Marte en los próximos años, espero que podamos responderlas”, relata Marín-Yaseli de la Parra.

Fuente: lavanguardia.com

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