Fósiles galácticos, los guardianes de la infancia de la Vía Láctea

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Terzan 5 es una agrupación de estrellas que viajan juntas por nuestra galaxia. Se encuentra a 19.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Sagitario, y orbita el centro de la Vía Láctea. Se conoce desde hace 40 años, pero ahora un estudio del Observatorio Europeo Austral (ESO) liderado por astrónomos italianos y publicado por la revista The Astrophysical Journal revela que existe una brecha generacional entre sus estrellas de unos 7.000 millones de años. Las más antiguas, de 12.000 millones de años, son auténticos fósiles galácticos.

«En Terzan 5 está escrita la historia de la formación de las primeras estructuras cósmicas, como nuestra galaxia, cuando el Universo era un bebé de sólo 1.000 millones de años», señala Francesco Ferraro, del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Bolonia (Italia) y autor del estudio. Ahí reside su importancia científica porque, aunque no se trata del fósil más antiguo, «es posible que pertenezca a una de las estructuras gigantes que contribuyeron a formar el centro o bulbo de la Vía Láctea en una época remota», explica.

Similar al centro de la galaxia

Para llegar a esta conclusión, un equipo internacional de astrónomos obtuvo datos del telescopio espacial Hubble y de diversos telescopios terrestres como el VLT (Very Large Telescope, en inglés). Así también han podido saber que las diferencias de edad van acompañadas de una composición química diferente.

De hecho, Terzan 5 tiene los mismos elementos que el bulbo de la Vía Láctea y eso servirá para reconstruir una parte sustancial de su historia, «al igual que los arqueólogos excavan la tierra que se acumula sobre los restos de civilizaciones pasadas y desvelan partes cruciales de la historia de la Humanidad», pone Ferraro como ejemplo.

Sin embargo, cómo Terzan 5 ha llegado hasta nuestros días es un misterio. «Es lo que vamos a investigar en el futuro», señala Ferraro, que se inclina por la tesis que defiende que el conjunto de gases y estrellas que dieron lugar a Terzan 5 tuviese una masa menor que otros conjuntos y, por tanto, no se hundió con tanta rapidez en la región central de la galaxia.

La diferencia de edad entre las estrellas de Terzan 5 sugiere la siguiente secuencia de acontecimientos: «La primera formación de estrellas tuvo lugar hace 12.000 millones de años -en la época de la formación de la galaxia- y 7.000 millones de años después -en la época de formación del Sol- se creó una segunda generación a partir del gas liberado por las primeras estrellas, sobre todo, del gas expulsado en las explosiones de las supernovas», relata Ferraro.

Dado que ese tipo de explosiones tienden a expulsar el gas fuera del sistema y eso no sucedió, todo apunta a que Terzan 5 tenía una masa entre 500 y 1.000 veces superior a la actual. Tanta como para retener el gas rico en hierro del que nacieron las nuevas estrellas.

Fuente: elmundo.es

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